Por: Pablo Rodríguez

A lo largo de la historia, los deportes han impactado en la vida de muchas personas, solo que de distintas maneras. Hay quienes los viven intensamente en todos sus huesos, y hay para quienes son una oportunidad para que sus voces sean escuchadas.

En los últimos meses y a pesar de los efectos ocasionados por la pandemia de COVID-19, la actividad deportiva ha tomado un papel todavía más relevante, como plataforma para dar a conocer o apoyar distintas causas sociales.

Violencia y discriminación

Desafortunadamente, uno de los primeros eventos deportivos en retomar actividades después del parón de actividades, la NASCAR, sufrió un caso de racismo contra el único piloto afroamericano, Darrell “Bubba” Wallace Jr. En su garaje, se encontró una soga atada, lo que tiene connotación de esclavitud. Después de una investigación realizada por el FBI, se encontró que el piloto “no fue objeto de un crimen de odio”.

A pesar del lamentable caso, vimos algo impresionante. En un deporte en el que la participación de afroamericanos es muy poca, la parrilla de 40 pilotos y colaboradores de la NASCAR se unieron como muestra de apoyo hacia el piloto. Desde ese incidente, “Bubba” Wallace se ha convertido en uno de los principales activistas del movimiento “Black Lives Matter” en el mundo del automovilismo en América.

Por otro lado, en la Fórmula 1, el actual campeón del mundo Lewis Hamilton ha demostrado su apoyo en la lucha por la igualdad y la inclusión. El único piloto de color en la categoría, ha buscado que los demás pilotos se sumen a esta causa y se arrodillen en solidaridad antes de cada Gran Premio. Hamilton además de participar en las marchas del movimiento “Black Lives Matter”, se mantiene activo sobre el tema en redes sociales, pues sabe del alcance e impacto que tiene en personas de diferentes generaciones.

Por su parte, los organizadores de la máxima categoría del automovilismo pusieron en marcha la campaña “We race as one”, como un homenaje a la sociedad tras la pandemia de COVID-19 y apoyo a la causa antirracista.

En la “burbuja” de la NBA, si bien se extrañan los aficionados, las mascotas y los viajes, lo que no podía faltar era también el apoyo por parte de la asociación hacia el movimiento “Black Lives Matter”. Una administración del deporte que ha sido casi excepcional, por parte de su comisionado Adam Silver, permitió a los jugadores no portar su nombre en los uniformes y, en su lugar, utilizar frases o nombres representativos al movimiento antirracista. Incluso, se han arrodillado durante el himno nacional como protesta.

Tiempo atrás, en la NFL, el exmariscal de campo de los 49ers Colin Kaepernick comenzó a arrodillarse durante el himno de los Estados Unidos, lo que provocó la molestia del Presidente Donald Trump, que su contrato fuera rescindido y no volviera a recibir oferta alguna de los equipos en la liga (aunque se dijo que la razón había sido meramente deportiva). En junio pasado, el comisionado Roger Goodell declaró que la liga se había equivocado y permitirá en futuras temporadas que los jugadores se arrodillen durante el himno, como símbolo de protesta contra las injusticias raciales y sociales.

Desigualdad salarial

Desde la formación de la WNBA en 1996, ha existido mucha desigualdad entre el baloncesto femenil y el varonil. Por ello, muchos jugadores de la NBA llegaron a la “burbuja” portando, no solo jerseys alusivos al movimiento “Black Lives Matter”, sino prendas de equipos de la WNBA, en señal a la gran brecha de salarios que existe entre las ligas. Los jugadores de la NBA no se han cansado en subrayar, que la liga femenil es importante y que la diferencia de salarios no tiene sentido.

En misma medida, las actuales campeonas del mundo en fútbol, lideradas por las estadounidenses Megan Rapinoe y Alex Morgan, pelean para que exista una igualdad salarial entre hombres y mujeres. Han dejado en claro, que podemos vivir en una sociedad más justa y equitativa. Recalcan, que es trabajo de todos lograrlo.

Violencia sexual

Por muchos años, han existido casos de abuso en el deporte y fuera de él. Las gimnastas de Estados Unidos fueron de las primeras atletas en hacerlo público. Ellas abrieron camino para que muchas otras hicieran lo mismo, como en el Mundial de fútbol femenil que se llevó a cabo en 2019 en Francia, un marco que sirvió para que más mujeres se sumaran al movimiento “Me Too”, con el fin de reportar los casos de violencia sexual que sufrieron.

 

Hoy, el deporte no solo es una actividad física que se ejerce como juego o competición, se ha convertido, necesariamente, en un medio clave para la expresión de las desigualdades y las injusticias sociales, gracias al foco masivo y constante que tienen sus atletas.

 

Foto de portada/videos: Cortesía Pete Linforth, NASCAR, FIA/F1, NBA