Por: María Fernanda Tello
Seguro te ha pasado que ves el reloj, son las 8 de la mañana y, de pronto, en un abrir y cerrar de ojos, ya son las 8 de la noche. No sabes cómo, pero el día voló. Entonces piensas en todo lo que hiciste, y puedes llegar a frustrarte si querías hacer varias cosas, pero, de todo eso, solo pudiste hacer una pequeña parte.
Particularmente ahora, en este periodo de encierro por la pandemia, hemos sufrido un cambio en nuestras vidas, un desbalance, incluso en la manera en cómo hacemos las cosas.
El quedarse en casa no significa que no tenga que haber organización. De hecho, es cuando más tenemos que modificar hábitos y rutinas, para que nuestro día sea productivo y logremos las actividades que nos hemos planteado. Es cuestión de comprometernos con nosotros mismos y adaptarnos a estos tiempos.
“Para qué tan temprano, si estoy en casa”
A quién no le gusta la idea de quedarse en cama por no tener que correr a la universidad. Hasta cierto punto, todos hemos abusado de esa libertad para dormir más, sin darnos cuenta que eso nos roba energía e impide que nuestros días sean más productivos.
Si te levantas tarde, más de lo que acostumbrabas antes de la pandemia, en lugar de tener buena energía, estarás más cansado (con ganas de dormir por más tiempo). Así, tu día no rendirá.
Las clases en línea han cambiado nuestros hábitos de sueño. Algunas personas han optado por dormirse más tarde, y no necesariamente por tarea. Si bien los horarios de clase son variados, muchos se levantan entre 5 y 10 minutos antes de la primera clase. Si es tu caso, técnicamente estás aún en el proceso de despertar y tu atención no será plena, por lo menos en tu primer compromiso.
Aunque tienes la oportunidad de dormir más, fija mejor tus horas de sueño. Mira lo diferente que se escuchan ambas oraciones. El descanso es esencial para que la mente y el cuerpo funcionen bien y con buena energía.
“Se me fue el tiempo en TikTok”
El trabajo a distancia ha incrementado el uso de dispositivos tecnológicos, incluso más que en un día laboral o de escuela presencial. Sin embargo, son las redes sociales las que predominan.
¿Has pensado cuánto tiempo pasas contestando mensajes o poniéndote al día con tus amigos; viendo memes, videos o abriendo hilos? Sin darte cuenta, pierdes esos minutos en los que te prometiste empezar a hacer un proyecto o solo ponerte a trabajar en algún pendiente.
Es muy bueno tomarse un break para estar con uno mismo o distraerse con los contenidos de las redes, pero establece límites para que puedas hacer otras cosas.
Día productivo y tiempo exacto
Además de los consejos anteriores, te propongo anotar tu día y pendientes en una libreta o agenda. Esto te ayudará a planear, pero sobre todo a tener la mente despejada. No olvides añadir tus tiempos libres.
Levántate temprano. Podrás arreglarte, desayunar sin prisas y organizar tu día en función de lo anotado en tu libreta.
También, busca actividades que puedan mantenerte en buena actitud y con energía, como hacer ejercicio o tocar algún instrumento.
Usa apps que te ayuden a monitorear tus horas de sueño, el tiempo que inviertes en redes y tu avance en el día.
Foto de portada: hudsoncrafted