Por: Laura Pérez

Eres interesante, eres más que un ser que puede disfrutar del arte, e incluso más de quien lo produce. Es probable que te hayan querido querer de una forma distinta, pero nadie llegó a querer quererte hasta el hueso. Ojalá te dieras cuenta que eres letra, palabra, oración y párrafo; eres punto, coma, punto y seguido, y si quieres, punto y aparte en mi vida. Conformas páginas, capítulos, libros y bibliotecas. Eres matiz, contraste, brillo, enfoque, y encuadre; línea, espacio, color, forma, textura, volumen y valor. No solo incitas a la revelación y a la rebeldía, incitas a la revolución. Soy poetisa, quisiera que entendieras la poesía que eres, que tengo ganas de memorizarte en todos los acentos, con todas las entonaciones posibles. Te prometo que después de mí, verás el arte inferior a tu existencia. Quiero tenerte para leerte, para capturarte en fotos, en canciones, en películas, encontrarte en pinturas, verte en danzas y esculpirte. El concepto de arte, serás tú. Qué ganas tan exageradas de ti. Haces arte cada vez que te ríes. ¡Dios! Para mí eres más de lo que necesito. Yo me dedico a hacer arte, pero tú, tú eres arte aún sin saberlo. Personas como yo solo nos dedicamos a admirarte. Puede que para los demás no seas perfecto, pero es que no son capaces de entenderte, el arte no es primoroso, sino que debe hacerte sentir algo, ser perturbador, interesante, cultivarte. El arte es locura bien expresada, y estoy dispuesta a buscar comprenderte, a no detenerte. Es extraño como todo lo que haces se convierte en este; tu risa, tu voz, e incluso cuando me miras. Aunque sea por casualidad o error, todo me hace sentir nula y cuando te escribo en el fondo sé que no llegará a la altura de lo que eres. Te mereces ser poesía, porque es la forma humana que logra llenar el corazón, la mente y el alma de todo ser. No encuentro la manera de enamorarte, pues no eres mundano. ¿Cómo lograrlo? Necesito que me des la orden directa o indirecta de que tengo una oportunidad, de que puedo estar a tu lado. Podrás creer que me he enamorado de tus ojos, tu cabello o tu voz. Que me haces débil y me tiembla la existencia cuando estás presente, pero, al contrario; contigo me podría enamorar de mis fortalezas, de lo dura y ruda que llego a ser, sé que mis demonios te pueden querer y estoy dispuesta a enamorarme como si fuera vicio, aunque duela.

 

Foto de portada: Laura Pérez