Por: Paola Chong

El martes pasado, el Palacio de los Deportes se llenó con la mejor euforia de heavy metal y hard rock por la presentación de la agrupación sueca Ghost, que, en su regreso a la Ciudad de México, avivó a una afición insuperable en una noche de éxitos y devoción sin igual.

El mar de gente reunida en el inmueble esperó horas por un lugar cerca del escenario. Algunas personas vestían playeras de la banda y muchas otras el disfraz de “Cardinal Copia”, el personaje del líder de la agrupación.

Cuando los primeros cantos gregorianos se escucharon en el “domo de cobre”, se detonaron gritos ensordecedores que recibieron a Tobias Forge, vocalista de la banda, quien apareció vestido de “Joker” junto con sus “Nameless Ghouls”.

En un escenario que aparentaba ser una iglesia con hermosos vitrales, se tocaron los primeros acordes de “Ashes” que levantaron a los feligreses que se encontraban en las gradas.

Así arrancó un épico concierto.

Ghost / Foto: Paola Chong
Ghost / Foto: Paola Chong

El surgimiento del “Papa Emeritus IV

Dentro del templo y después de piezas como “Rats”, “Mary On A Cross” y “Cirice”, el “Papa Nihil”, primer miembro de la banda en recibir un sobrenombre, ascendió a “Cardinal Copia” como “Papa Emeritus IV” a lo largo de un solo de saxofón en la canción “Miasma”. Diversas hermanas rodeaban a Forge mientras se lograba esta transformación. El público estaba atónito.

Todo un ritual

Entre estallidos de pirotecnia, resonaron los temas más esperados de la noche, como “From the Pinnacle to the Pit”, “Satan Prayer”, “Year Zero”, “Kiss the Go-Goat”, “Dance Macabre”, y la declarada mejor canción de metal de la década “Square Hammer”.

La banda no dejó de interactuar con el público entregado a lo largo de la noche, como cuando éste gritó al unísono “oe-oe-oe-oe Papa Papa” o cantó un poco por el cumpleaños 39 de Tobías, quien exclamó: “¿Soy sólo yo o hay algo especial aquí?”, “Son fantásticos, muchas gracias”.

Definitivamente la mejor celebración para una banda que merece todo el amor de sus fans en una noche de pasión por el metal.

 

Foto de portada: Paola Chong