Por: Jocelyn Zavala y Lilia Báez

El reloj marca las seis en punto. Detrás de la valla, las decenas de reporteros, que esperan impacientemente, se agitan. Murmullos por allí, susurros por allá. Con el taconeo de la primera mujer en pisar la alfombra roja, se rompe el silencio e inicia el evento más importante del cine mexicano: la 61a Entrega del Premio Ariel.

El pasado 24 de junio, actores, directores, productores y diseñadores de la industria cinematográfica, se reunieron en la Cineteca Nacional para celebrar lo mejor del séptimo arte de nuestro país.

El equipo de Kino -tu programa favorito de cine- no podía perderse este evento tan esperado y estuvo presente de principio a fin. Continúa leyendo, porque en esta nota te contaremos todo sobre la ceremonia más controversial del año.

Lo bueno

Las obras

Lo mejor del Ariel 2019 fueron las obras galardonadas, sin duda alguna. Las producciones que participaron este año destacaron por no emular la fórmula tradicional, comercial y popular que inunda las pantallas de los cines últimamente. Por el contrario, todas fueron atrevidas e intrépidas al tratar temáticas como clasismo, pobreza, discriminación, migración o corrupción, mismas que adolecen nuestra tierra. Muchos de los productos audiovisuales emanaban la esencia propia del cine independiente, que es libre, experimental, vanguardista, antisistema. Lo anterior significó un oasis en medio del desierto, una bocanada de cine de calidad en un mar de comedias. Desde los largometrajes con más producción, como Roma, hasta los cortos más austeros, como Arcángel, se percibía un llamado al cambio en la forma de hacer cine y en la manera en la que se retrata a México en el mismo. Como si de un coro se tratase, las obras de la noche cantaron al unísono el manifiesto de la independencia cinematográfica: “no queremos películas de color de rosa, sino del color de la sangre”.

Las mujeres

Las protagonistas de la noche fueron las mujeres. Como nunca antes se había visto, el género femenino brilló en la lista de nominaciones, encabezando muchas de las categorías. Tal es el caso de Lila Avilés y Alejandra Márquez Abella, nominadas a Mejor Dirección; de la guionista Paz Alicia Garciadiego, una de las primeras mujeres en recibir un Ariel de Oro, y de las directoras Eva Villaseñor y Laura García, nominadas en la categoría de Cortometraje Documental.

Pero, a las mujeres de la industria no les bastó con leer sus nombres en una lista, y con un solo objetivo en mente -la igualdad de género- organizaron un movimiento sin precedentes en la industria del cine mexicano. La iniciativa, dada a conocer durante la ceremonia de premiación, lleva por nombre #YaEsHora y busca concientizar sobre la violencia de género que se ha vivido por tantos años en el medio, pero, sobre todo, ponerle fin. Con una pañoleta roja enredada sobre la muñeca, las mujeres del gremio mostraron su compromiso con la causa.

Este movimiento invita a crear una comunidad entre mujeres… dejar de pretender que no está pasando lo que está pasando. Los niveles de violencia se han expandido de un modo atroz en los últimos años… tenemos que empezar a actuar”, dijo para el micrófono de Kino, Sofía Espinosa, la ganadora del Ariel a Mejor Actriz en 2016.

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Sophie Alexander-Katz

Sophie Alexander-Katz, nominada de este año en la misma categoría, nos habló de lo que para ella significa #YaEsHora, desde su posición como Ana, personaje que encarna en “Los días más oscuros de nosotras”, y desde su perspectiva como mujer: “La película aborda la temática de la empatía entre mujeres; nunca sabes si la persona que tienes al lado te puede salvar la vida o tú a ella. En un mundo que normalmente es de hombres, como el de mi personaje… las mujeres debemos entender que somos muchas, que no estamos solas y que también depende de nosotras unirnos”. Respecto de la amplia participación femenina en las distintas producciones, comentó: “Es necesaria. Yo solo espero que algún día ya no lo tengamos que señalar, que sea algo natural”.

La Cineteca

Mucho se dijo de la nueva casa del Ariel, la Cineteca Nacional. Y es que sí había mucho de qué hablar, pues el reciente recorte presupuestal, que forma parte de la política de austeridad del Presidente Andrés Manuel López Obrador, fue la razón principal por la que en esta ocasión la entrega de los galardones mexicanos se llevó a cabo en dicha locación y no en el Palacio de Bellas Artes. La mayoría de los asistentes lamentó este hecho, pero coincidió en que la Cineteca es por excelencia la casa del cine mexicano; tal fue el caso del reconocido actor Damián Alcázar, quien demostró una postura firme al comentar que “no tiene nada de raro; que sea inusitado, bueno, pero aquí debería de hacerse siempre”. Sobre la importancia de este recinto, añadió: “El cine mexicano está muy bien, nos ganamos premios en casi todos los festivales, el chiste es llegar al pueblo”, haciendo énfasis en que la única manera de lograr esto último es llevando a cabo la Ceremonia en la Cineteca.

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Sergio Díaz acompañado de su esposa

Sergio Díaz, ganador del Ariel y nominado al Óscar en la categoría de Sonido, nos comentó al respecto: “Me parece que va a ser un parteaguas en nuestra premiación… Es un lugar icónico en nuestro país”.

 

 

 

Los ganadores

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Ilse Salas

Las sorpresas fueron lo que le dio el toque final a esta noche tan inolvidable. La más grande ocurrió, sin duda, en la premiación de la categoría a Mejor Actriz, en la que resultó ganadora Ilse Salas por su actuación como Sofía en “Las niñas bien”, en contra de todo pronóstico que daba por hecho que Yalitza Aparicio, nominada al Óscar, sería quien se llevaría a casa el Ariel.

De igual manera, Noé Hernández, protagonista de “Ocho de cada diezse impuso a Gael García Bernal, Luis Gerardo Méndez, Damián Alcázar y Baltimore Beltrán como Mejor Actor, aún sin ser el favorito del público. Sucedió lo mismo en la categoría de Coactuación Masculina, premio que se entregó a Leonardo Ortizgris por su papel en “Museo”. Por su parte, el joven intérprete Benny Emmanuel también sorprendió a todos al ser seleccionado como la Revelación Actoral de este año, gracias al rol que interpretó en su niñez en el largometraje “La infancia”.

Lo no tan bueno

Así como las mujeres fueron las protagonistas de la noche, la logística fue la protagonista de la ceremonia de premiación. Si bien tuvo un comienzo fuerte y con mucha expectativa, los participantes y organizadores no pudieron mantener el ritmo por mucho.

En el escenario austero, lo que llamaba más la atención era el discurso, y fue precisamente en el mismo, donde se manifestaron gran parte de las fallas. ¿Quién diría que los mexicanos usamos tantas muletillas al hablar? Nadie lo hubiera esperado de reconocidos actores y actrices que han pasado años perfeccionando sus habilidades de expresión. De igual manera, se notó que la mayoría no había hecho un esfuerzo por aprenderse su speech de memoria, sino más bien por escribirlo en el papel más feo posible. A pesar de ello, la gota que derramó el vaso fue la extensión y el lenguaje de los discursos. Ahora tiene más sentido que en la premiación de los Oscar los silencien con una cancioncita, medida que no se tomó en los Ariel y permitió así, discursos que sobrepasaban el tiempo límite de atención del público. Por si fuera poco, los mismos estaban acompañados de un lenguaje en extremo formal, que hacía incluso más difícil mantenerse presente.

La ceremonia, debido a todos estos equívocos, dio la impresión de haber sido planeada únicamente para el gremio, y no para el público.

En conclusión

A pesar de lo último, la noche de los Ariel en la Cineteca fue inolvidable y pasará a la historia como un hito en la historia del cine mexicano, ¡felicidades Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas!

 

Fotos: Lilia Báez