Por: Fernando Pérez
El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) es uno de los festivales de cine más reconocidos en México y en Latinoamérica. En general, este evento es apreciado por su buena selección de películas. También, acerca a la comunidad al mundo cinematográfico, despertando interés en el arte mexicano, el cual se logra apreciar en cada esquina de esta celebración. Incluso, te brinda la oportunidad de interactuar con personas que lo viven, quienes lo desarrollan como una profesión y con aquellos que ya cuentan con una larga trayectoria en el cine.
Este festival proyecta a los nuevos realizadores del cine mexicano a través de un espacio en el que el público nacional y la comunidad internacional logran interactuar por medio de nuevas experiencias y aprendizajes.

Para el público en general, existen diversas actividades dentro y fuera de los cines, desde exposiciones fotográficas, proyecciones al aire libre en diversos puntos de la Ciudad, hasta conferencias, mesas redondas y exhibiciones. Un ejemplo de ello fue la Master Class impartida por Alfonso Cuarón, en la que compartió sus memorias y experiencias sobre la filmación de su nueva cinta «Roma».
Esta edición del Festival dio mucho de qué hablar, pues se centró en críticas y problemáticas sociales. “Olimpia”, un filme mexicano en el que participaron aproximadamente 100 animadores de la UNAM, retrata la violación a los derechos humanos que sufrieron los estudiantes en el 68. Por su lado, “Capernaum”, una película libanesa, relata la inmensa pobreza que un sector de la población sufre día con día.
También se les dio un peso grande a películas sobre historia universal como “Sergio y Sergei”, “El joven Karl Marx” y “Cold War”, cintas que dibujan un espacio icónico y relevante de nuestra historia, con su propio estilo y una narrativa excelente que hace que los personajes te lleven de la mano por el contexto que se relata.
Otros eventos que destacaron fueron las proyecciones de películas en salas tradicionales, VIP o cinebonos en recintos específicos, en los que se pudo disfrutar de una cartelera diversa y extraordinaria.
La Ciudad de Morelia es Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO debido a su arquitectura y trazo urbano. Además, está rodeada de pueblos con una cultura arraigada que la hace una perfecta sede para el público que, año con año, tiene un mayor interés en el Festival.

Algo destacable y que a su vez hace más atractivo al FICM, es la celebración del Día de Muertos, ya que en esta temporada las calles están llenas de flores de cempasúchil, caracterizaciones de la catrina, gente disfrazada de diversos personajes y una deliciosa cocina típica.
El Festival te acoge desde que llegas a Morelia, los colores vibrantes, la gente cálida y la Ciudad te dan una sensación de alegría por albergar un evento tan importante, tomando vida en sus calles, compartiendo espacios y tradiciones.

Mientras estés aquí, no harás otra cosa más que empaparte de cultura, ampliar tu pensamiento y disfrutar de una experiencia multicultural.
Fotos: Fernando Pérez