Por: Andrea Ortiz
La promoción y el interés de la población en general por las artes y la cultura, no es algo de lo que México se sienta orgulloso o pueda presumir, pues la difusión es poca y la disposición de la gente para asistir a eventos de esta naturaleza tampoco es elevada; sin embargo, eso no significa que las actividades artísticas y culturales que se llevan a cabo en nuestro país no sean buenas, en realidad, siempre resultan ser una experiencia exquisita para aquellos que se animan a ir y, la FIL Zócalo no es una excepción.

La Feria Internacional del Libro de la Ciudad de México se lleva a cabo en la explanada del Zócalo capitalino y, como ya es costumbre desde el año 2001, el acceso es gratuito y para todo público.
La FIL Zócalo incluye una gran variedad de casas editoriales, desde las más reconocidas hasta pequeñas independientes. Es un lugar que, indudablemente, permite la libre expresión, a través de los diferentes foros en los que se abordan temas eminentemente sociales, como la migración y los derechos humanos. También los pequeños tienen su propio espacio, los cuentacuentos, además de brindarles entretenimiento, les divierten y despiertan su interés por la lectura y la cultura; asimismo, se les permite expresarse a través del dibujo y diferentes manualidades.

Es de llamar la atención la presencia de cuatro muralistas internacionales, quienes nos permiten contemplar la creación de sus obras al aire libre. Es realmente sorprendente cómo disfrutan realizar su trabajo artístico y lo concentrados que se les puede ver, a pesar de estar expuestos a las miradas de la gente que visita la Feria.

Después de sentirse inmerso en esa impresionante cantidad de libros, escoger y comprar alguno o varios de nuestro interés y, de recorrer los foros y los locales que venden material didáctico, artesanías y otras curiosidades, se puede disfrutar de alimentos y bebidas que se encuentran también en este mágico lugar.

La FIL Zócalo permanecerá abierta hasta el día de hoy, así que no te la puedes perder, pues se ha posicionado como un espacio en la Ciudad a favor de la bibliodiversidad y la democratización del libro.
Fotos: Andrea Ortiz