Por: Alonso Fernández

Este jueves se estrena en cines Los días francos, ópera prima de Ulises Pérez Mancilla que, refleja la perseverancia por un sueño frustrado a costa de algo tan preciado como es la maternidad. Protagonizada por Stephanie Salas, Arturo de la Rosa y Alberto Santiago.

Sinopsis

Cuando es despedida de su trabajo en una serie de infomerciales, Amanda, una actriz con poco talento y cuya trayectoria en el cine se encuentra en el olvido, decide retomar su carrera en medio de una crisis económica que la lleva a cuestionarse sobre su vocación, pero también, que la orilla a replantearse su responsabilidad como madre de Nicolás, un niño de 7 años a quien no había puesto mucha atención hasta entonces.

Crítica

La cinta explora la contraparte del éxito, un lado que pocas veces suele reflejarse en la pantalla grande, a través de una protagonista con una crisis resultante del fracaso de su profesión; llevando a la audiencia a reflexionar sobre lo que quiere en la vida y qué tanto está dispuesta a sacrificar para lograr sus sueños.

Con muy buena interpretación, Stephanie Salas (Amanda) te lleva de la mano de su personaje por distintas etapas que generan un resentimiento y rechazo hacia éste por las acciones y actitudes que toma a lo largo de la película. No obstante, a Arturo de la Rosa (Nico) podemos notarlo -a momentos- algo distante a la historia o de cierta forma “indiferente” con situaciones en la trama que, desde un punto de vista realista, tendrían una mayor resonancia en un niño de siete años.

La fotografía genera una sensación de antaño en combinación con el vestuario y el tratamiento acústico de la misma que destaca por su paralelismo al mundo cotidiano. Sin embargo, algunas tomas alargadas llegan a ser cansadas para el espectador.

Durante todo el largometraje, podemos ver cómo se utilizan los imaginarios culturales de la región para establecer su entorno, creando para la audiencia una sensación de familiaridad con las locaciones y escenario donde los personajes interactúan al ser una historia totalmente realista y terrenal, lo que se ve reflejado en la misma protagonista.

El guion está bien estructurado, tiene un propósito e intención claros. Sin embargo y a pesar del desarrollo dramático de la historia, el final se siente de cierta forma apresurado, lo que le resta impacto.

Los días francos es una película con corazón, que busca dar una historia de maternidad distinta a lo presentado con el pasar de los años, evocando a ese momento en el que hemos pensado en abandonar todo. Es una cinta que te brinda una experiencia emocional bastante peculiar que vale la pena sentir y, por tanto, te recomiendo.

Foto de portada: Cortesía Alfhaville Cinema