Por: Catalina Zepeda y Diana Acosta
Este jueves llega a salas Monster (怪物, Kaibutsu) una película japonesa profundamente emotiva y con inesperados giros en la trama, protagonizada por Sakura Ando como Saori, Eita Nagayama como Hori y Soya Kurokawa como Minato.
De la mano de Yuji Sakamoto, ganador en la categoría de mejor guion en el Festival de Cannes 2023, el director Hirokazu Kore-eda nos sumerge en un relato que resalta el amor, la comprensión, el perdón, pero sobre todo la importancia de ver que las cosas pueden no ser como parecen inicialmente.
Sinopsis
Cuando su joven hijo Minato empieza a comportarse de forma extraña, su madre siente que algo va mal. Al descubrir que el responsable de todo ello es un profesor, irrumpe en la escuela exigiendo saber qué está pasando. Pero a medida que la historia se desarrolla a través de los ojos de la madre, el profesor y el niño, la verdad va saliendo a la luz, poco a poco…
Crítica
A lo largo de la cinta, la crítica hacia la comunidad estudiantil es visible dado el cinismo de la institución para ocultar el problema que se presenta e invisibilizar las quejas de una madre preocupada, y así continúe manteniendo una buena reputación. Pero también prevalece un fuerte reproche hacia la sociedad y cómo en la era actual creemos todo lo que vemos en Internet.
Monster toma ventaja de su estructura (Rashomon, haciendo referencia al director -también japonés- Akira Kurosawa), toda vez que al inicio conocemos la historia desde un punto de vista adultocentrista, en donde las personas mayores creen tener la razón y la última palabra, pero -y sin hacer spoilers– terminamos viendo todo desde los ojos de Minato, donde la inocencia y lo infantil juegan un papel importante para lograr entender el origen del problema.
La cinta fue musicalizada por Ryūichi Sakamoto, conocido por sus trabajos en películas como El renacido (2015); Tacones lejanos (1991); y El último emperador (1987), por la que ganó un Oscar. La música dentro de esta película refuerza las acciones y los sentimientos de los personajes a cada segundo.
Las actuaciones y el guion se complementan con el trabajo de Sakamoto, que nunca decepciona a la audiencia.
La fotografía agrega a todo lo anterior, ya que nos regala momentos íntimos con cada uno de los personajes. Podemos sentir la desesperación de Saori al no saber qué sucede con su hijo y ante la inacción de las autoridades escolares; así como el enojo, la confusión y frustración de Hori, quien menos entiende lo que está sucediendo.
Monster es una película que nos invita a interesarnos en las infancias, y, de cierto modo, a replicar la inocencia de las y los pequeños al momento de ver el mundo. Desde el inicio, nos da un guiño sobre su naturaleza reflexiva, pero añade y nos regala un sinfín de emociones.
Entramos a la sala conociendo únicamente la sinopsis, pero salimos fascinadas. Recomendamos ampliamente darse la oportunidad de ir a verla. Eso sí, con caja de pañuelos desechables en mano.
Foto de portada: Cortesía Tulip Pictures
