Por: Alexa Gutiérrez

Hoy llega a las salas de cine la película Post Mortem: Fotos del Más Allá, dirigida por Péter Bergendy y protagonizada por Viktor Klem, Fruzsina Hais y Judit Schell.

Sinopsis

Durante 1918, innumerables fantasmas quedaron atrapados en nuestro mundo como resultado de la destrucción causada por la Primera Guerra Mundial y la epidemia de gripe española. Tomás, un joven y errante fotógrafo post mortem, llega a un pueblo embrujado durante un gélido invierno y conoce a Anna, una niña huérfana.

Los ruidos nocturnos, las extrañas muertes y las figuras sombrías que aparecen en sus fotografías le incitan a marcharse cuanto antes. Sin embargo, tras experimentar los extraños fenómenos sobrenaturales decide investigar las intenciones de los fantasmas y salvar al pueblo. Con la ayuda de Anna y de los instrumentos que dispone, investigará las intenciones de los fantasmas y encontrar la forma de liberarse de ellos; mientras tanto, los espíritus causan mayores estragos a cada momento.

Crítica

La historia comienza en pleno campo de batalla cuando una mina “mata” a Tomás y lo colocan entre los demás cadáveres. Entonces ve a una niña entre destellos y llamas, quien se refiere a él por su nombre; es así como regresa de la muerte. Seis meses más tarde, conoce a Anna quien lo busca para que tome fotografías de los cadáveres de su pueblo; Tomás acepta porque es la misma niña que vio mientras moría. Este suceso resulta intrigante como espectador para el resto de la trama, pues uno se pregunta si es una alucinación, premonición o se trata de algo más.

Algo innovador de esta entrega es el rol que tiene el protagonista. Estamos acostumbrados a que en las cintas de terror éste sea exorcista, sacerdote o experto en fenómenos sobrenaturales. En este caso, Tomás retrata cadáveres, lo que nos ayuda a entender al personaje, su empatía y sensibilidad con la muerte.

Las actuaciones de Viktor (Tomás) y Fruzsina (Anna) se sienten como una relación padre e hija. Ambos transmiten genuinamente su miedo, desesperación y demás emociones a lo largo de la historia.

Aun cuando la fotografía es muy buena, algunos efectos especiales caen en lo cómico o absurdo, lejos de causar miedo. Sin embargo, la cinta sí te provoca uno que otro salto gracias a la musicalización y al suspenso de ciertas escenas.

Si te gustan las películas del género, esta propuesta húngara es para ti.

Foto de portada: Cortesía Dark Side Distribution